Las plantas marinas son genéticamente las formas de plantas más antiguas de la tierra y están reconocidas como extremadamente ricas en minerales y microelementos. Avances tecnológicos hacen posible, hoy en día, extraer de las algas ingredientes que contengan oligoelementos esenciales. Las algas marinas son ricas en proteínas, vitaminas, azucares y oligoelementos.
Hace aproximadamente 3.000.000 de años, de la interacción entre un rayo solar, el agua y la materia (carbono, oxígeno, entre otros), nació el primer signo de vida bajo la forma de un alga unicelular.
La diversificación de las algas desde tiempos remotos permiten identificar alrededor de 2.500 especies diferentes, sin embargo, tienen una característica en común: carecen de raíces, ya que se encuentran apoyadas en un soporte y deben extraer su alimento del agua de mar que las rodea. Esta amplia diversidad muestra la capacidad de las algas de adaptarse y utilizar el entorno en el cual viven, revelando -mediante rigurosos análisis- una asombrosa similitud en su composición al plasma sanguíneo humano.
La composición de las algas denota la presencia de numerosas vitaminas, oligoelementos, sales minerales, proteínas, fibras y pigmentos. Los expertos en biología marina aseguran que son la base de cualquier cadena alimentaría y que aseguran la supervivencia del resto de los seres vivos acuáticos. Mediante el proceso de fotosíntesis transforman la luz solar y el dióxido de carbono en azúcares, grasas y proteínas útiles. Entre sus resistentes paredes celulares cuentan con una gran variedad de vitaminas y minerales, indispensables para la belleza y salud de la piel. No existe un único tipo de algas, la variedad es impresionante y abarcan todos los requerimientos de la piel.
Sin dudas, el hallazgo de la bioquímica cosmética son las algas microestrelladas.
Incorporadas a cremas, champúes, mascarillas y demás cosméticos permiten tratar una gran cantidad de problemas de la piel.
Estos son algunos de sus múltiples efectos:
La composición de las algas denota la presencia de numerosas vitaminas, oligoelementos, sales minerales, proteínas, fibras y pigmentos. Los expertos en biología marina aseguran que son la base de cualquier cadena alimentaría y que aseguran la supervivencia del resto de los seres vivos acuáticos. Mediante el proceso de fotosíntesis transforman la luz solar y el dióxido de carbono en azúcares, grasas y proteínas útiles. Entre sus resistentes paredes celulares cuentan con una gran variedad de vitaminas y minerales, indispensables para la belleza y salud de la piel. No existe un único tipo de algas, la variedad es impresionante y abarcan todos los requerimientos de la piel.
Sin dudas, el hallazgo de la bioquímica cosmética son las algas microestrelladas.
Incorporadas a cremas, champúes, mascarillas y demás cosméticos permiten tratar una gran cantidad de problemas de la piel.
Estos son algunos de sus múltiples efectos:
- Humectante e hidratante: las sustancias minerales de algunas algas permiten mantener la humedad y rehidratar los tejidos de las capas más profundas.
- Desintoxicante: las algas son reconocidas por sus propiedades purificantes y estimulantes del sistema inmunológico. El yodo natural acelera el metabolismo, favorece la reproducción celular y la pérdida de peso.
- Antiestrés: su alta cuota de magnesio y de mucopolisacáridos contrarrestan los efectos devastadores del agotamiento y del excesivo cansancio.
- Equilibrante: sus nutrientes permiten regular los desequilibrios hídricos, lo que repercute en la apariencia de la piel.
- Antiage: las enzimas extraídas de cierta variedad de algas ayudan a combatir la acción de los radicales libres responsables del envejecimiento. Actúan en los niveles más profundos de los tejidos cutáneos
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